Problemas renales o de riñón: qué son, síntomas y causas

Los riñones son los órganos encargados de limpiar la sangre, tratando de eliminar el exceso de líquido, minerales y desechos. A su vez, se dedican a producir las hormonas encargadas de mantener los huesos en buen estado. Pero, al igual que cualquier órgano del cuerpo humano no está exento de sufrir daños.

Los riñones pueden sufrir diversas dificultades por infinidades de razones, pero para ser más específicos, debemos destacar dos problemas que se repiten más de lo que nos gustaría: la insuficiencia renal crónica y aguda y las piedras en el riñón.

Se produce cuando los riñones dejan de funcionar. Se necesita un tratamiento especializado para poder completar las funciones que este debería realizar de forma natural. Por lo general, las opciones de este tratamiento son diálisis o trasplante renal. Esto, sin duda, supone grandes cambios en la vida, desde la alimentación a la planificación de las actividades. Sin embargo, cabe destacar que se puede llevar una vida plena y activa

Es importante diferenciar entre la insuficiencia renal crónica y la aguda. Esta primera es la perdida progresiva, permanente e irreversible de la función del órgano, al contrario que la insuficiencia renal aguda, caracterizada por la disminución rápida y generalmente reversible por la función renal.

Existen numerosas situaciones que pueden llevar a padecer insuficiencia renal, como los medicamentos o la ingesta de sustancias tóxicas, pero sobre todo se achaca a tres enfermedades:

• Enfermedades metabólicas.
• Glomerulonefritis.
• Enfermedades genéticas.

Cabe destacar que, la mayoría de las personas que padecen daños en el riñón no presentan síntomas hasta que la enfermedad se encuentra más avanzada, ya que esta es progresiva. Sin embargo, sí que se puede observar mediante análisis de sangre, ya que supone un aumento del nivel de la creatina.

Según avanza el deterioro de estos órganos, empiezan a parecer síntomas poco específicos, como la torpeza mental, el cansancio, la pérdida de peso, de apetito, tendencia al sueño, falta de concentración y una innumerable lista que síntomas causados como una propia advertencia de que algo no va bien en el organismo.

Sin embargo, a menudo que el paciente se va a adentrando en un estado más avanzado, los síntomas dejan de ser inespecíficos, causados por una alteración que requiere tratamiento urgente. Estos son:

• Aumento de potasio. El potasio es un mineral que se acumula en nuestra sangre y resulta perjudicial, por ello la función de los riñones es tratar de eliminarlo. Sin embargo al estar inhabilitada, el exceso de potasio puede llevar a arritmias graves de corazón.
• Hipertensión arterial. Es decir, un aumento de la presión arterial que pueden concluir en enfermedades de corazón. La presión arterial mide la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos sanguíneos, por lo que si existe una mayor cantidad de líquido, la presión aumenta; y como hemos dicho anteriormente, los riñones se encargan de eliminar el liquido sobrante.
• El cuerpo necesita una proteína específica para la estimulación de la producción de los glóbulos rojos, la Eritropoyetina. Esta sustancia es producida por los riñones, y en ausencia de sus funciones, se producirá un déficit de glóbulos rojos que desencadena la anemia.
• Problemas en los huesos. Los riñones son los encargados de producir vitamina D, la vitamina necesaria para que el calcio se deposite en los huesos, por lo que estos se descalcifican.
• Enfermedades cardiovasculares. Es la complicación más peligrosa a la que puede optar un paciente de insuficiencia renal, la mayor parte de las muertes se atribuyen a este tipo de enfermedades.

Un cálculo renal, como también son llamadas estas piedras, son piezas que se forman en el riñón debido al solapamiento de diferentes sustancias de la orina. El tamaño es muy variable y puede complicar más o menos la situación. De hecho, las más pequeñas pueden ser eliminadas de forma natural a través de la orina sin ninguna intervención médica.

Pero, cuando la piedra es de gran tamaño la situación se torna complicada. La pieza puede quedar atrapada en las vías urinarias, bloqueando el flujo de la orina y como consecuencia causar un dolor punzante.

Si estos síntomas aparecen, la situación debe ser tratada de gravedad por un especialista.

• Dolor en la espalda, o en un costado.
• Sangre en la orina o apariencia turbia.
• Vómitos
• Fiebre
• Sensación de ardor al orinar

1. Dieta equilibrada. Debemos intentar reducir al máximo la cantidad de sal que ingerimos. Para conseguirlo tenemos que eliminar las comidas procesadas y embutidos, y en su lugar aumentar el consumo de zanahorias y frutas diuréticas, que aumentan la secreción y excreción de orina. Ingerir grandes cantidades de sal conlleva una sedimentación de los riñones.
2. No fumar. Una de las principales fuentes de peligro para nuestro organismo es el tabaco, y no únicamente por el tan mencionado cáncer de pulmón, sino por el cáncer renal. Fumar disminuye el flujo de sangre a los riñones, por lo que disminuye la funcionalidad del riñón.
3. Beber grandes cantidades de agua. De esta forma ayudamos al riñón a eliminar las sales y toxinas a través de la orina. Cuanto más agua, más disueltas se verán estas sustancias, lo que implica que el nivel de creación de cálculos disminuye. Lo más recomendable es beber un litro y medio de agua al día. Sin embargo, aquellos que padecen piedras en el riñón, deben beber entre 2 y tres litros diarios.
4. Hacer ejercicio. La actividad física disminuye el riesgo de aumento de la presión arterial. Aunque la insuficiencia renal cause en consecuencia un aumento de la presión sanguínea, también se da la situación a la inversa.
5. No automedicarse. Algunos medicamentos pueden afectar severamente al riñón debido a las sustancias químicas que presentan. En concreto, los antinflamatorios pueden disminuir la velocidad de eliminar toxinas y el azúcar. Por ello, debemos valernos de remedios más naturales para cuidar nuestra salud.

Los remedios naturales pueden resultar efectivos para cuidar de nuestros riñones. Siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud, pueden recomendarse tanto para prevenir daños y reforzar la función del riñón, como para ayudar a la disolución de los cálculos renales. Estos remedios naturales para los riñones realizan una limpieza, un método muy popular para mantenerlos saludables.

Estas son algunas hierbas y plantas medicinales de gran utilidad:

• Cola de caballo. Es diurética y posee efectos antioxidantes. Es utilizada para tratar problemas de cálculos renales. Además, cura infecciones urinarias y ayuda con la incontinencia.
• Diente de león. Es igual de efectivo en té, en cápsula o en tintura. No sirve únicamente para los riñones, también para el buen funcionamiento del hígado, la vesícula biliar y el aparato digestivo en general.
• Vinagre de manzana. Su alta composición de enzimas y ácido acético impide la cristalización del oxalato cálcico por lo que es un remedio perfecto para impedir la formación de los cálculos renales, así como para su disolución.
• Vara de oro. Trata y previene la formación de los cálculos renales gracias a las saponinas y cumarinas, las cuales tienen la capacidad de aumentar el volumen de la orina.
• Cuando los cálculos son de ácido úrico es recomendable consumir un preparado de abedul de 1 a 3 veces al día, gracias a su acción diurética.
• Cóctel de plantas. Una mezcla de diferentes hierbas, potenciará sus propiedades. Este cóctel de plantas es un remedio natural para los riñones gracias a que ayuda a disolver las piedras y facilita la salida. Para prepararlo se necesitan 60g de rompepiedras, 20g de tomillo, 20g de hojas de gayuba y 20 g de ortiga mezclados en un litro de agua hirviendo.

En Codival ponemos a tu disposición Clearen, un complemento alimenticio formulado a base de plantas medicinales, tradicionalmente conocidas por su efecto diurético para reforzar la función del riñón. Destaca por sus propiedades depurativas, antioxidantes, laxantes y diuréticas.

Hay que tener presente…

– Los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustitutos de una dieta variada y equilibrada y un modo de vida sano.

– En caso de embarazo, lactancia, si toma medicación o si tiene cualquier tipo de condición médica, consulte con su médico antes de tomar complementos alimenticios.

– Los complementos alimenticios no deben tomarse sin la adecuada supervisión de un profesional de la salud.

– Nuestros productos no pretenden prevenir, diagnosticar o curar ninguna enfermedad.